CASA F.B.
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CONCLUIDA
Cada proyecto de vivienda parte de un principio fundamental: la organización del espacio. En este caso, la distribución responde a un criterio claro donde los servicios –baños, lavandería, despensa y cocina– se concentran en un núcleo central. Este recurso no solo optimiza el mantenimiento de las instalaciones, sino que garantiza ventilación e iluminación natural mediante un ducto que articula el corazón de la vivienda.
Liberar los frentes para las áreas sociales y dormitorios ofrece una experiencia más abierta y flexible. La sala y el comedor se vinculan de manera directa, aprovechando la continuidad espacial y la entrada de luz natural desde las fachadas principales. Al mismo tiempo, la circulación vertical se ubica estratégicamente en un costado, evitando interferencias en el desarrollo del departamento y mejorando la fluidez del recorrido interior.
La modulación es otro aspecto determinante: la vivienda se organiza en una trama ordenada que asegura proporciones equilibradas y facilita futuras adaptaciones. Esta racionalidad espacial permite que el proyecto sea flexible en el tiempo, ofreciendo la posibilidad de actualizar usos sin comprometer la estructura ni el funcionamiento general.
La materialidad juega un papel esencial en la calidad arquitectónica del proyecto. La estructura de acero asegura solidez y durabilidad, aportando ligereza en los encuentros y resistencia para permitir espacios amplios y continuos. En contraste, la madera se introduce como un elemento cálido que equilibra lo técnico con lo sensorial, generando una atmósfera habitable que se percibe cercana y acogedora. Esta combinación de acero y madera no solo responde a criterios constructivos, sino que también confiere identidad al conjunto.
La iluminación natural, cuidadosamente potenciada mediante aperturas estratégicas, resalta los interiores y reduce la dependencia de recursos artificiales. La fotografía que acompaña al proyecto evidencia cómo la luz se filtra y acentúa la modulación del espacio, reforzando la percepción de amplitud y orden. Los dormitorios y las áreas sociales se benefician de una orientación que prioriza el confort lumínico y visual, mientras que los servicios, agrupados en el núcleo central, garantizan un funcionamiento eficiente sin sacrificar claridad ni ventilación.
En conjunto, el proyecto sintetiza técnica y sensibilidad: un esquema distributivo lógico, una modulación clara y el diálogo armónico entre acero y madera que, junto con la luz natural, construyen una vivienda pensada para perdurar y adaptarse en el tiempo.