CASA RENÉ
CASA RENÉ
CONCLUIDA
La vivienda se concibe desde una lógica de modulación precisa, en la que cada espacio responde a una organización clara de funciones y circulaciones. El núcleo húmedo y de servicio, conformado por baños, lavandería, despensa y la circulación vertical, se concentra en un solo bloque, lo que libera las fachadas principales. Esta decisión estratégica permite que los ambientes sociales y privados puedan abrirse hacia el exterior, potenciando la entrada de iluminación natural y asegurando una ventilación cruzada eficiente.
En planta baja, el espacio social se configura como un área fluida y universal, donde sala, comedor y hall se conectan sin interrupciones estructurales, favoreciendo la flexibilidad y la integración visual. La cocina se vincula al patio posterior mediante un mesón desayunador, que funciona como transición entre interior y exterior. Esta disposición refuerza el carácter familiar y práctico de la vivienda, en un esquema donde los recorridos son claros y se privilegia la amplitud espacial.
La estructura combina acero expuesto en los marcos portantes con elementos de mampostería y cerramientos de madera, lo que genera un contraste entre lo industrial y lo cálido. El acero otorga la rigidez necesaria para resolver luces amplias y ventanales continuos, mientras que la madera actúa como un material regulador, aportando calidez, textura y un sentido de domesticidad al conjunto.
En la planta superior, el mismo criterio de modulación se repite. El núcleo central concentra los baños y servicios, permitiendo que las habitaciones se abran hacia las fachadas con generosos ventanales que aprovechan la orientación solar. La doble altura sobre el área social establece un espacio de carácter monumental que conecta visualmente ambos niveles y que, al mismo tiempo, permite que la luz cenital inunde el interior.
El dormitorio principal se proyecta como un volumen independiente, conectado a través de un puente que asegura privacidad y a la vez articula la relación con el resto de la casa. Este gesto arquitectónico no solo otorga jerarquía al espacio íntimo, sino que también crea una transición espacial única, con vistas hacia la zona social y hacia el exterior.
La vivienda en su conjunto expresa una arquitectura de líneas horizontales que buscan integrarse al paisaje inmediato. La modulación estructural en acero permite abrir grandes paños de vidrio, logrando transparencias que disuelven los límites entre interior y exterior. Los detalles en madera, incorporados en cerramientos y acabados, equilibran la frialdad del acero y el vidrio, otorgando calidez y una atmósfera acogedora.
Finalmente, la propuesta se resume en una vivienda contemporánea que equilibra racionalidad técnica y sensibilidad espacial: el acero garantiza resistencia y modernidad, la madera aporta cercanía y textura, la modulación ordena el programa y la iluminación natural se convierte en protagonista, articulando cada espacio con claridad y armonía.