CASA M.C.
CASA M.C.
EN PROCESO
Ubicada en la Calle Lorenzo Piedra, esta vivienda en desarrollo representa una apuesta por la transparencia espacial como recurso arquitectónico para unificar de forma sutil y eficiente las áreas sociales y privadas.
A través de una composición honesta y sencilla en el uso de materiales, la propuesta busca destacar la arquitectura sin artificios, priorizando la claridad estructural y la funcionalidad.
Uno de los principales desafíos del proyecto fue la geometría del terreno, la cual, lejos de limitar, abrió la posibilidad de diseñar espacios interiores de alta calidad. Esta condición permitió distribuir el programa arquitectónico de forma estratégica, logrando que cada habitación cuente con baño propio, iluminación y ventilación natural.
La optimización de instalaciones y la cuidadosa entrada de luz natural son elementos clave en la eficiencia y confort del proyecto. El diseño favorece recorridos fluidos y visuales abiertas, consolidando una experiencia de habitar integrada, cálida y funcional.
La vivienda se organiza a partir de una celosía perimetral que actúa como filtro lumínico y visual, generando una transición entre el espacio urbano y el ámbito doméstico. Detrás de esta se ubica un patio intermedio que articula el acceso peatonal y vehicular, a la vez que introduce la luz y la ventilación natural hacia el interior.
El vestíbulo principal funciona como nodo distributivo, permitiendo el ascenso hacia la planta alta, destinada al programa privado, o la continuidad hacia la planta baja, donde se desarrolla el área social. En este nivel, los ventanales de gran formato permiten una apertura total, diluyendo los límites entre interior y exterior y conformando un espacio continuo hacia el patio posterior. Este último incorpora la piscina y el área de barbacoa como extensiones del programa social, potenciando la relación entre lo construido y lo abierto.
En la planta alta se localizan una sala de televisión y un espacio de estudio diseñado con criterios de aislación acústica, garantizando la coexistencia de actividades diversas. Las habitaciones se conciben con baño independiente, iluminación cenital y ventilación cruzada, optimizando confort térmico y habitabilidad.
Finalmente, la buhardilla se aprovecha para alojar la habitación de visitas y una zona de lavandería de gran capacidad, maximizando el uso funcional del volumen edificado.
El uso de materiales nobles como el hormigón visto y el ladrillo aporta solidez y atemporalidad a la vivienda. Su comportamiento frente al envejecimiento natural permite que la casa adquiera carácter con el paso del tiempo, sin perder calidad estética. La combinación de estas texturas genera un ambiente limpio, abierto y elegante, donde la materialidad se convierte en un elemento protagónico que refuerza la identidad arquitectónica del proyecto.